La crónica de la inestabilidad constitucional: Ecuador, nación de profunda riqueza multiétnica y multicultural, arrastra un problema estructural que históricamente ha impedido su despegue hacia el desarrollo: la inestabilidad constitucional. A lo largo de su vida republicana, más de veinte Cartas Magnas han sido promulgadas y desechadas, demostrando que ninguna ha ofrecido una solución duradera. Esta volatilidad radica en una práctica política recurrente: las facciones en el poder o los nuevos gobiernos a menudo optan por reescribir el texto fundamental, no por una necesidad de consenso nacional, sino para ajustar la ley a sus proyectos políticos particulares o para legitimar sus mandatos transitorios.

Por ende, los espejos de la concentración de poder Paradójicamente, la Constitución vigente de Montecristi (2008) comparte oscuras similitudes con su antecesora más infame, la "Carta Negra" de 1869, promulgada durante el mandato de Gabriel García Moreno. Aquel texto ultraconservador y teocrático exigía el catolicismo para la ciudadanía y otorgaba facultades extraordinarias y casi ilimitadas al Ejecutivo, extendiendo el periodo presidencial a seis años. Fue una herramienta de represión y fuerte control clerical.

El Hiperpresidencialismo del Siglo XXI: En contraste, la Constitución de Montecristi, si bien luce un avanzado catálogo de derechos sociales, ha sido criticada por establecer un sistema de hiperpresidencialismo autoritario. Este diseño permite un control excesivo del Ejecutivo sobre las demás funciones del Estado, socavando el equilibrio de poderes que toda democracia requiere.

Esta concentración de poder se evidencia en la dominación del Ejecutivo sobre las funciones de Control Social, Electoral y Judicial. A esto se suman mecanismos de control que erosionan la autonomía de los gobiernos seccionales y de las otras funciones estatales. La situación se complica por la ambigüedad de ciertos derechos y la interpretación caótica que otorgan a la ley quienes manejan la materia, creando un clima de incertidumbre jurídica y política, lo que denota en La Infiltración del Ejecutivo en la Democracia.

El Voto de Castigo en la Consulta Popular 2025: En este contexto de desencanto, la reciente y contundente derrota del Gobierno de Daniel Noboa en la Consulta Popular de 2025 ofrece una oportunidad para la reflexión política. El resultado es un mensaje claro: los ecuatorianos exigen paz y seguridad para salir a la calle sin temor a ser víctimas de la violencia. El "No" mayoritario (cercano al 60% en la narrativa del texto original) fue un rechazo a una gestión percibida como improvisada, incapaz de ofrecer soluciones a problemas básicos como la salud, el empleo y la propia seguridad. El pueblo ha expresado su falta de confianza en las promesas vacías que, día tras día, auguran un futuro sombrío.

El Mandato Popular: Basta de Cheques en Blanco: La ciudadanía le dijo "no" a la corrupción, "no" al autoritarismo, y "no" a la firma de un cheque en blanco. Más allá de la farándula política, los ecuatorianos dieron un "jalón de oreja" al Presidente, demandando acciones concretas: que se enfoque en la Formación Bruta de Capital, en la generación de empleo genuino y en la consecución de un sistema de salud eficiente y eficaz que funcione para todos.

En este contexto el país necesita una urgencia Máxima a La Raíz del Terror; Uno de los principales problemas que requiere una solución inmediata es la crisis de seguridad y narcotráfico que asola al país. Ecuador se ha transformado de una ruta de tránsito a un centro logístico clave para el crimen transnacional, con carteles de México y Colombia operando a través de bandas locales como Los Choneros y Los Lobos. Esto ha disparado la tasa de homicidios, manifestándose en una violencia diaria que incluye sicariato, extorsión ("vacunas"), secuestros y actos de terrorismo.

Las Bases del Nuevo Contrato Social

Para enfrentar esta realidad, el Estado ecuatoriano necesita urgentemente una Reforma Integral del Sistema de Justicia que restablezca el control carcelario. Esto debe ir acompañado de la depuración y el fortalecimiento de las fuerzas del orden, el aumento de la inteligencia para desmantelar estructuras financieras de lavado de dinero, y una inversión estratégica en prevención social: educación, deporte y programas de empleo juvenil. En el ámbito económico, la clave es fomentar la inversión privada para generar empleo de calidad y garantizar la sostenibilidad fiscal dentro del marco de la dolarización; el Ecuador necesita Nuevas bases Contrato Social y Gobierno actual debe responder a sus demandas.

Los ecuatorianos ya no aceptan ser dominados por caudillos ni se dejan engañar con promesas vacías.

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