El deterioro de la infraestructura vial en Ecuador se ha convertido en una preocupación mayúscula para los ciudadanos y las autoridades. Según el último reporte del Ministerio de Transporte, 56 de las carreteras estatales, que suman más de 42,000 kilómetros, están en condiciones lamentables, afectando directamente la conectividad entre 19 provincias del país.

Uno de los problemas más graves se observa en los taludes, estructuras de soporte de las carreteras en zonas montañosas, donde los deslaves son frecuentes, especialmente durante la temporada de lluvias. La vía Cuenca - Molleturo - El Empalme, vital para el acceso a Cuenca, presenta graves daños en 12 tramos, siendo una de las más afectadas.

Alejandro Chanabá, experto en transporte de la ESPOL, señala que estos problemas no son nuevos, pero las soluciones han sido insuficientes. “Estos deslaves son recurrentes desde hace 50 años y la solución pasa por sostener adecuadamente los taludes, lo cual requiere una inversión que no se está realizando adecuadamente”, explica Chanabá.

El presupuesto destinado para la reparación de estas vías por parte del Ministerio de Transporte asciende a 23 millones de dólares, repartido entre las regiones de la costa, Amazonía y sierra. Sin embargo, este monto parece insuficiente para abordar los mil puntos críticos identificados. "El foco se ha puesto en el cambio de asfalto, bacheo y señalización, pero no en medidas más profundas como la estabilización de taludes", añade Chanabá.