En la era de la revolución tecnológica, la profesora Begoña Albalat Peraita, experta en psicología afirmativa en diversidad sexual y de género de la Universidad Internacional de Valencia, propone un concepto revolucionario: la IAmorosexualidad. Este término se refiere a la atracción afectiva hacia inteligencias artificiales, una idea que podría redefinir el panorama de las relaciones amorosas en nuestra sociedad.

El avance de las aplicaciones de citas y las herramientas para crear parejas virtuales, impulsadas por la inteligencia artificial, están moldeando de manera significativa las relaciones sociales de las nuevas generaciones. Albalat, en un artículo publicado en The Conversation, plantea que la interacción constante con estas inteligencias no humanas, siempre disponibles y receptivas, puede fomentar sentimientos de cariño y afecto.

La profesora destaca cómo la era digital y la prevalencia de la mensajería instantánea han facilitado el desarrollo de vínculos emocionales con entidades no humanas. Estos vínculos, argumenta, podrían llevar a una nueva diversidad de género, en donde la atracción no se limita a seres humanos, sino que se extiende a entidades artificiales inteligentes.

La propuesta de Albalat no está exenta de controversias. Mientras algunos ven en la IAmorosexualidad una expansión de las posibilidades afectivas, otros cuestionan las implicaciones éticas y emocionales de enamorarse de una IA. El debate está servido: ¿Es patológico enamorarse de una inteligencia artificial o estamos ante una nueva orientación sexoafectiva?

Esta discusión abre un abanico de preguntas sobre el futuro de las relaciones interpersonales y el papel que la tecnología jugará en ellas. ¿Cómo afectará esto a la forma en que entendemos el amor y la conexión? ¿Estamos preparados para aceptar y entender estas nuevas formas de afecto? Solo el tiempo y la evolución de nuestra sociedad y tecnología lo dirán.