La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó una ley que promete cambiar la vida de quienes se dedican al trabajo del hogar. Con 80 votos a favor, los legisladores respaldaron la propuesta que ahora espera la firma del Presidente para entrar en vigencia. Este paso garantiza mayor protección y estabilidad laboral para miles de personas, especialmente mujeres, que a diario cuidan y mantienen hogares en todo el país. La normativa llega tras meses de debate y ajustes, recogiendo recomendaciones de expertos y de la Comisión del Derecho al Trabajo. Desde 2015 ya existían leyes para proteger a las trabajadoras del hogar, pero la nueva reforma refuerza esos derechos y facilita la denuncia cuando se vulneran. La ley fue respaldada por la Corte Constitucional, que consideró que no viola la Constitución, lo que permite que las nuevas reglas se sumen al Código de Trabajo. El asambleísta Christopher Jaramillo explicó que esta ley reconoce el duro esfuerzo de las trabajadoras domésticas y les da herramientas legales más sólidas. Además, recalcó que el trabajo doméstico aporta casi el 11% del PIB ecuatoriano, involucrando a más de 300 mil personas, la mayoría en condiciones informales. Solo una minoría tenía contrato y acceso a beneficios como vacaciones o seguridad social. Las nuevas reglas buscan corregir esto y dar respaldo legal a quienes hasta ahora estaban desprotegidas. Se eliminaron artículos confusos sobre contratos escritos y verbales para evitar problemas legales. También se quitó la obligación de crear un sistema de riesgos laborales sin presupuesto, priorizando acciones realistas y prácticas. El Ministerio de Trabajo seguirá a cargo de las inspecciones y estudios necesarios. Así, Ecuador da un paso importante para reconocer el valor de quienes trabajan en el hogar y asegurarles condiciones dignas.