En mayo, la Tierra experimentó la mayor tormenta geomagnética en más de 20 años, causando auroras boreales visibles en varios países. Ahora, nos enfrentamos a un evento similar. La reciente actividad solar ha llevado al Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA a emitir una advertencia de tormenta geomagnética G3 para el 30 de julio.

El 30 de julio podría ser testigo de auroras boreales en latitudes medias, alrededor de los 50°. Durante el fin de semana, una serie de llamaradas solares de clase M y varias eyecciones de masa coronal (CME) fueron liberadas del Sol, dirigiéndose hacia la Tierra. Estos eventos solares masivos podrían desencadenar una tormenta geomagnética significativa.

La escala G de la NOAA clasifica la intensidad de estas tormentas, desde G1 (menor) hasta G5 (extrema). La alerta para el 30 de julio es de categoría G3, con periodos de tormenta G2 esperados para el 31 de julio. Las CME contienen iones que, al interactuar con la magnetosfera de la Tierra, pueden desencadenar estas tormentas geomagnéticas, provocando auroras boreales y australes.

Aunque los tiempos exactos son difíciles de predecir, se espera que las CME lleguen entre el 30 de julio y el 1 de agosto. Para mantenerse informado sobre las condiciones del clima espacial y saber cuándo y dónde observar auroras, se recomienda utilizar aplicaciones como "My Aurora Forecast & Alerts" y "Space Weather Live".

Aún está por verse si esta tormenta G3 será tan impactante como la de mayo. Por ahora, se recomienda estar atentos a los pronósticos del clima espacial y preparar las cámaras para capturar este fenómeno natural.