Durante las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de París, un miembro muy especial ha robado el foco de la atención: Beacon, un golden retriever de cuatro años, se ha convertido en el primer perro de apoyo emocional del equipo de gimnasia de los Estados Unidos.

Con su presencia calmante y una credencial propia, Beacon ha sido un aliado crucial en la gestión del estrés de los atletas. Tracey Callahan Molnar, su entrenadora y propietaria, compartió en una entrevista con ESPN cómo la presencia de animales de terapia puede ser significativa. "Los estudios demuestran que acariciar a un perro puede reducir significativamente la presión arterial y la ansiedad, mientras eleva las hormonas del bienestar como la serotonina y la dopamina, y reduce los niveles de cortisol", explicó.

Dada su contribución, algunos miembros de la federación han propuesto que Beacon adquiera el título oficial de "Director de la Felicidad" del equipo, una iniciativa que está actualmente en evaluación.

Beacon no solo ha ayudado a los atletas, sino que también ha tocado los corazones de millones que siguen las eliminatorias. Su historia resalta el poder terapéutico de los animales y abre la puerta a futuras incorporaciones de perros de apoyo en eventos deportivos internacionales.