Bernardo Vintimilla se ganó el apodo de El Espartano del Pedal tras convertirse en el ganador absoluto del Desafío UNIANDES. Fue el primer ecuatoriano en cruzar la mítica E35 en bicicleta, una travesía que arrancó en el Puente de Rumichaca y terminó en Macará. En 3 días y 58 horas de esfuerzo continuo, pedaleó 1.100 kilómetros, subió 21.000 metros de desnivel y atravesó 9 provincias del país. Enfrentó madrugadas heladas, soles que quemaban y una carretera que parecía no tener fin. Cada kilómetro fue una prueba para su cuerpo y su mente. Demostró que la fuerza de voluntad puede romper cualquier límite. Al llegar a la meta, dijo que su hazaña fue un acto de fe en sí mismo y en lo que los ecuatorianos pueden alcanzar. Su recorrido forma parte de la ruta Ecuador Non Stop, un reto que es orgullo nacional. La competencia se vivió con intensidad desde la partida. A lo largo del trayecto, recibió el aliento de personas que salieron a las carreteras a verlo pasar. Muchos lo aplaudieron como si ya fuera campeón. La llegada a Macará fue una fiesta. El Desafío UNIANDES quedó marcado como la prueba más dura del país. Con esta victoria, su nombre entra en la historia grande del deporte ecuatoriano.