Nayib Bukele ha logrado una victoria aplastante en las elecciones presidenciales de El Salvador, consolidando su poder de manera indiscutible. Con un 70% de votos escrutados, el candidato del partido Nuevas Ideas ha obtenido más de 1.6 millones de votos, mientras que su rival más cercano, Manuel Flores del FMLN, apenas ha alcanzado 139,000 votos.

En un discurso pronunciado desde el Palacio Nacional, Bukele afirmó que, según sus datos, habría ganado las elecciones con un apoyo de "más del 85%" y anunció que su partido habría obtenido la mayoría en la Asamblea Legislativa. Esto podría llevar a que El Salvador tenga un partido único en un sistema democrático, una situación sin precedentes en la historia del país.

A pesar de las acusaciones de que su candidatura violaba la Constitución al prohibir la reelección presidencial, los jueces de la Sala de lo Constitucional permitieron su participación, lo que generó controversia.

Bukele, conocido por su política de "mano dura" contra las pandillas, ha mantenido altos índices de aprobación en el país, aunque también ha enfrentado críticas por abusos contra los derechos humanos y detenciones arbitrarias. A pesar de esto, la mayoría de la población salvadoreña parece respaldar su enfoque en seguridad.

La reelección de Bukele nunca estuvo en duda, pero su victoria con un margen tan amplio ha sorprendido a muchos. Ahora, el desafío radica en hacer crecer la economía y enfrentar la pobreza extrema que ha afectado a miles de personas en los últimos años.