El caos se apoderó de la sesión de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional este 9 de septiembre, cuando se intentó tratar el juicio político contra la fiscal general Diana Salazar. La reunión, que comenzó a las 21:05, estuvo marcada por tensiones, gritos y varias interrupciones que evidenciaron el alto nivel de confrontación entre los legisladores.

La presidenta de la Comisión, Pamela Aguirre, convocó la sesión en cumplimiento de una sentencia del juez Edgar Romero, quien la había multado por no reanudar inmediatamente los juicios políticos pendientes, incluidos los de tres exministros del anterior gobierno y la suspensión del proceso en curso contra la ministra del Interior, Mónica Palencia. Sin embargo, Aguirre decidió priorizar el caso de Salazar, lo que desató una serie de conflictos en la sala.

Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando el legislador César Umajinga apeló la presidencia de Aguirre, basándose en el artículo 140 de la Función Legislativa. La presidenta respondió de manera desafiante: “Si quiere apelarme la presidencia, hágalo bien”. A partir de ese momento, la sesión se volvió caótica, con gritos entre los miembros de la Comisión, pedidos de intervención de la Escolta Legislativa y el reclamo de otros legisladores para poder tomar la palabra.

Después de solo 18 minutos de reunión, Aguirre decidió suspender la sesión durante "cinco minutos", tras lo cual se retiró de la sala. Esto dejó la reunión en el aire, lo que generó más malestar entre los legisladores presentes. La sesión ya había sido suspendida previamente el 7 de septiembre debido a un apagón, y cada día de retraso trae consigo una multa impuesta por el juez no solo a Aguirre, sino a todos los miembros de la Comisión de Fiscalización.

Tras varios minutos de receso, Aguirre reinstaló la sesión y solicitó verificar el quórum. Sin embargo, los problemas no cesaron: algunos legisladores insistieron en la apelación de la presidencia de Aguirre, mientras otros solicitaron la designación de un secretario ad hoc para continuar con el orden del día. En medio de todo, Ramiro Vela fue nombrado secretario a pesar de las objeciones de la presidenta.

Aguirre, visiblemente molesta, insistió en que la Escolta Legislativa retire de la sala a las personas que no trabajaban allí. También aseguró que la apelación de Umajinga no tenía fundamento, afirmando que no había incumplido con su rol dentro de la Función Legislativa. "Todo está grabado. Es una vergüenza para el país", exclamó la presidenta, al tiempo que sus colegas seguían votando y continuaban las discusiones.

El proceso para tratar el juicio político a la fiscal Diana Salazar sigue en medio de una fuerte tensión política, evidenciando las profundas divisiones que existen en el interior de la Asamblea Nacional. Mientras tanto, la Comisión de Fiscalización continúa bajo presión judicial para cumplir con sus obligaciones y evitar nuevas sanciones.