El reconocido cardiólogo Dr. William Li sorprendió al contar que el tomate, esa fruta que nunca falta en la mesa ecuatoriana, puede ayudar a quemar grasa abdominal sin dietas extremas ni largas horas en el gimnasio. Explicó que el licopeno, el compuesto que da el color rojo al tomate, activa la grasa parda, esa que transforma la energía en calor y ayuda a desaparecer la grasa dañina, sobre todo la que se acumula alrededor del abdomen y órganos vitales. Un estudio en Portugal mostró que solo con comer un tomate antes del almuerzo, un grupo de mujeres bajó medio kilo, sin cambiar su rutina ni contar calorías. Lo que más sorprendió fue que la clave está en cocinar el tomate; al calentarlo con aceite de oliva, el licopeno se vuelve hasta 250% más potente. El tomate no solo es bajo en calorías, también tiene vitamina C, potasio y fibra, ayudando a la saciedad y al sistema inmune. Además de su poder para quemar grasa, el tomate combate la inflamación y protege las células, según varios estudios clínicos. El Dr. Li recomendó combinarlo con otros alimentos como el kiwi, matcha y chocolate negro para potenciar el metabolismo. La grasa visceral, la más peligrosa, se esconde entre los órganos y es difícil de eliminar, pero activar la grasa parda puede ser la solución. El experto insistió en que pequeños cambios, como agregar tomate cocido a la dieta, pueden transformar la salud sin sacrificios ni pastillas. Comer sano y rico sí es posible y los beneficios se sienten en el cuerpo y el ánimo. La ciencia sigue investigando los secretos del tomate, pero los resultados ya son alentadores. El tomate es fácil de conseguir, económico y delicioso, ideal para quienes buscan bajar barriga sin complicarse. Este consejo sencillo ha causado revuelo en redes y miles ya están probando la técnica. Ahora, cada vez más gente prefiere agregar tomate cocido a sus almuerzos para cuidar el peso. Comer tomate es una forma natural y sabrosa de apoyar la salud del corazón y reducir el riesgo de enfermedades. No hace falta cambiar todo el menú: basta con un tomate cocido antes del almuerzo para comenzar a notar resultados. La recomendación del Dr. Li es clara: tomate cocido, aceite de oliva y constancia para ver la diferencia. Comer bien no tiene que ser aburrido, y el tomate es la mejor prueba. Así que, si buscas perder grasa abdominal, ya sabes el secreto.