La Revolución Ciudadana no levanta cabeza. Con tres derrotas presidenciales al hilo y líderes cuestionados, el correísmo empieza a preguntarse: ¿quién puede ser el próximo candidato que los devuelva al poder? Desde 2017, cuando se rompió la relación entre Rafael Correa y Lenín Moreno, la organización ha ido cuesta abajo en resultados. Primero probaron con Andrés Arauz, luego con Luisa González, ambos jóvenes y apadrinados por Correa. Pero ni así lograron superar a Guillermo Lasso ni a Daniel Noboa. En medio del desgaste, la base del movimiento no se pone de acuerdo y los chats filtrados del caso Ligados revelaron peleas internas. Rafael Correa sigue tomando las decisiones desde Bélgica, y muchos se preguntan si el 2029 apostarán por una cara nueva o repetirán a los mismos. Entre los nombres que han sonado están Paola Pabón y Pabel Muñoz, pero ambos tienen caminos inciertos: ella no podrá reelegirse como prefecta en 2027 y él enfrenta un intento de revocatoria en Quito. Verduga y Aquiles Álvarez fueron opciones, pero ambos tienen procesos judiciales. Ronny Aleaga, otro joven con proyección, ahora está relacionado con el caso Metástasis. En la Asamblea tampoco aparece un liderazgo claro. Ricardo Patiño y Xavier Lasso podrían intentarlo, pero su peso actual es limitado. Mientras tanto, Arauz y Luisa siguen siendo las principales figuras visibles del correísmo, aunque con tres derrotas a cuestas. En 2027 vienen elecciones seccionales y en 2029 otra presidencial. Si Correa no suelta el control, el movimiento corre el riesgo de seguir repitiendo fórmulas que no funcionan. El tiempo corre y las opciones se agotan.