En la madrugada del martes, un devastador incendio arrasó con cerca de 100 tiendas en el famoso mercado Chatuchak en Bangkok, Tailandia, dejando tras de sí una estela de destrucción y muerte. Cientos de gatos, perros, pájaros y serpientes murieron en el siniestro que afectó principalmente al área dedicada a la venta de animales.

Las autoridades informaron que al menos mil animales, muchos de ellos confinados en pequeñas jaulas y cajas, fueron víctimas de las llamas. Entre las especies afectadas se encontraban también roedores, reptiles y otras especies exóticas. Afortunadamente, ninguna persona resultó herida y algunos animales lograron sobrevivir al infierno.

Según la policía, el incendio fue provocado por un cortocircuito eléctrico y se extendió rápidamente debido a la naturaleza inflamable de las estructuras del mercado. Este incidente ha renovado los llamados de grupos defensores de los derechos de los animales para el cierre permanente de las ventas de animales en Chatuchak.

Desde hace años, esta zona del mercado ha sido objeto de críticas por mantener a los animales en condiciones deplorables, atrapados en pequeñas jaulas y con una higiene deficiente. La ONG Wildlife Friends Foundation calificó el mercado como “una vergüenza para Bangkok”. Por su parte, la organización Peta señaló que el incendio subraya la urgente necesidad de tomar medidas.

“Los animales no son nuestro entretenimiento. Peta insta al gobierno tailandés a garantizar que esta instalación, donde los animales cautivos sufren, nunca vuelva a abrir”, declaró Jason Baker, vicepresidente senior de la organización. Edwin Wiek, director de la Fundación Wildlife Friends, advirtió sobre el tráfico ilegal de animales, calificando el mercado como “inmoral, cruel, un peligro para la salud y la seguridad, y completamente innecesario”.

La tragedia ha puesto en evidencia la cruel realidad del comercio de animales en cautiverio y la urgente necesidad de actuar para evitar futuras catástrofes.