Las fuertes lluvias que azotaron la Sierra y Amazonía de Ecuador desde la noche del 15 hasta la madrugada del 16 de junio han causado estragos generalizados. Hasta la fecha, se ha confirmado la trágica muerte de seis personas en Tungurahua, donde el desbordamiento de ríos y deslizamientos de tierra han afectado gravemente a la infraestructura vial. En Baños de Agua Santa, un deslave en la carretera Baños-Puyo resultó en la muerte de seis personas y heridas a otras seis, llevando al COE Cantonal a declarar el área en estado de emergencia.

La situación es crítica en varios puntos del país, con bloqueos en carreteras vitales y comunidades aisladas. En Baños, se pide a la población evitar desplazamientos innecesarios mientras se trabaja en la rehabilitación de las vías. En Chimborazo y Napo, las inundaciones han causado cierres de carreteras, mientras que en Morona Santiago, la carretera hacia Riobamba está cerrada por un alud.

Los esfuerzos de emergencia se concentran en la rehabilitación de accesos y la ayuda a las comunidades más afectadas. El Gobierno y las autoridades locales están desplegando maquinaria y recursos para atender la emergencia. Sin embargo, se prevé que las condiciones climáticas podrían continuar afectando la región, por lo que se insta a la población a mantenerse alerta.