Ecuador subió un puesto y se ubicó tercero entre los países que más deben al FMI. El país está por detrás de Argentina y Ucrania en ese ranking. A noviembre de 2025 el saldo de Ecuador con el Fondo fue de USD 9.415 millones. Antes de cerrar el año se esperaba otro desembolso por USD 620 millones. Ese giro forma parte del programa de crédito negociado por el Gobierno de Daniel Noboa en mayo de 2024. El acuerdo totaliza USD 5.000 millones y ya liberó USD 2.700 millones en cuatro revisiones aprobadas. Tras abril de 2025 hubo dos desembolsos adicionales que sumaron USD 1.200 millones. En julio de 2025 el FMI accedió a elevar el tamaño del programa en USD 1.000 millones. Con más dinero pactado, los desembolsos por revisión crecieron y el plazo se mantiene hasta 2028. La escalada de la deuda con el FMI empezó en 2019, cuando Ecuador volvió a tocar esas puertas. En los años previos el financiamiento fuerte vino de China y en 2016 llegó a USD 9.612 millones. Hoy el Fondo es uno de los mayores prestamistas del país junto al BID. Si la deuda actual se repartiera entre 16,9 millones de ecuatorianos, tocarían USD 557 por persona. La carga de pagos se acelera desde 2026, un año que luce apretado en el calendario financiero. Ese año Ecuador debe entregar USD 1.091 millones al FMI. En 2027 el monto sube a USD 1.286 millones, sin contar intereses ni recargos. Los recargos son cobros extra que aplica el Fondo cuando el endeudamiento es alto y prolongado. La ministra Sariha Moya afirmó que el plan es depender menos de multilaterales a partir de 2026. Finanzas prevé emitir bonos entre mediados y el tercer trimestre de 2026 si el riesgo país baja a 300 o 400 puntos. El 9 de diciembre ese indicador marcó 575 puntos y la tasa del acuerdo con el FMI es de 7% incluyendo recargos.