Una ecuatoriana murió en Roma tras someterse a una liposucción en una clínica clandestina. La víctima fue identificada como Ana Sergia Alcívar Chenche y la intervención estuvo a cargo del médico peruano José Lizarraga Picciotti, quien ahora es investigado por homicidio involuntario. El centro donde se realizó la operación no tenía autorización para funcionar desde 2012, aunque seguía operando de forma ilegal. Según la Fiscalía de Roma, Lizarraga ya tenía antecedentes por lesiones en otras cirugías estéticas realizadas en 2006 y 2018. La operación fue interrumpida por complicaciones, y el personal médico no llamó al 911, sino que intentaron reanimarla ellos mismos. Luego, pidieron una ambulancia privada y la trasladaron al hospital Policlínico Umberto I, donde murió. También están siendo investigados el anestesista y una enfermera, que participaron en la fallida intervención. El consultorio funcionaba en el barrio de Primavalle, donde vivía gran parte de la comunidad latina. En la zona ya se habían reportado otras clínicas irregulares. Desde noviembre de 2024, tres mujeres han muerto en Roma por intervenciones estéticas mal hechas. La clínica de Lizarraga ya fue clausurada por las autoridades. Según medios italianos, el médico era conocido entre mujeres migrantes sudamericanas, quienes confiaban en él. El escándalo ha generado alarma entre la comunidad ecuatoriana en Europa. La Policía reveló que la clínica no tenía licencia desde 2007, pero operó sin control. Los familiares de Ana exigen justicia y una sanción ejemplar. La tragedia revive el debate sobre los riesgos de las cirugías en centros no autorizados. Las autoridades italianas han prometido una revisión urgente de todos estos lugares. Y mientras tanto, más casos podrían salir a la luz.