La mañana del 27 de mayo, el sur de Guayaquil se convirtió en un campo de protesta. Estudiantes de la Universidad Agraria del Ecuador bloquearon la avenida 25 de Julio, quemando llantas y exigiendo la renuncia inmediata de la rectora Tamara Borodulina. La manifestación, que reunió a más de un centenar de alumnos y personal universitario, provocó el desvío del tráfico por parte de la Agencia de Tránsito Municipal y la intervención de 40 agentes policiales y militares para despejar la vía.

Los manifestantes denuncian supuestas irregularidades en la gestión de Borodulina, incluyendo contrataciones sin concurso y cambios arbitrarios en áreas clave como la dirección financiera y administrativa. Estas acciones, según los estudiantes, han generado un ambiente de incertidumbre y desconfianza dentro de la institución.

La protesta también responde a la decisión de la rectora de mantener las clases de manera virtual, a pesar de que el Consejo Universitario había dispuesto su retorno a la presencialidad. Borodulina argumentó que actos de vandalismo habían dañado la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones, pero los estudiantes aseguran que las instalaciones están en condiciones adecuadas para el desarrollo de las clases.

El Consejo Universitario ha citado a la rectora para que explique las remociones de personal y las decisiones administrativas tomadas recientemente. Mientras tanto, la comunidad universitaria espera una pronta intervención del Consejo de Educación Superior (CES) para resolver la crisis que afecta a la Universidad Agraria del Ecuador.