Extrovertida, alegre y auténtica, así se describe Gisselle Rosales, la joven de 21 años que fue coronada Miss Ecuador 2025. Aunque nació en Cuba, Ecuador la acogió desde los siete años y Machala se convirtió en su hogar definitivo. Su historia comenzó cuando su madre migró sola para darle un futuro mejor y luego pudo traer a sus hijas. Gisselle recuerda que adaptarse fue un reto, pero pronto se sintió parte de la ciudad orense que hoy defiende con orgullo. Su carrera en certámenes no es nueva: fue Mini Reina del Banano, Reina de Machala, Reina de la Provincia de El Oro y Reina Nacional de la Minería. Pese a que su madre temía las críticas, siempre estuvo a su lado y fue a ella a quien dedicó la corona. La nueva Miss Ecuador se graduó como licenciada en Educación Inicial, inspirada por la tradición educativa de su familia. Aunque ahora su vida cambiará con la agenda de la corona, no renunciará a sus metas académicas y ya piensa en una maestría en Comunicación, Marketing y Negocios. Gisselle asegura que ama la comida ecuatoriana, desde el encebollado hasta el tigrillo, y que se siente 100 % machaleña. A quienes dudan de que pueda representar a Ecuador, les responde que lo importante es el amor y el trabajo por la tierra que uno elige como propia. Su historia también tiene capítulos difíciles: creció sin una figura paterna y no pudo regresar a Cuba por más de diez años. Hoy prefiere enfocarse en el presente y en dar lo mejor en cada etapa. Sobre el amor, confiesa que sí hay espacio, pero este año su prioridad es representar al país. Para ella, lo que la llevó a ganar no fue solo la belleza, sino su personalidad y la conexión con la gente. Ahora se prepara para viajar en noviembre al Miss International 2026 en Tokio, con el compromiso de dejar el nombre del Ecuador muy en alto.