En el séptimo día del paro nacional, Quito vivió horas de tensión en el aeropuerto de Tababela. Un amplio contingente de militares y policías se reunió en el área de aviación civil. Los ministros de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y del Interior, John Reinberg, mantuvieron reuniones con altos mandos. El ambiente fue cerrado, con agentes entrando y saliendo del edificio de Aviación General. Por la noche, ambos ministros abordaron un vehículo militar para encabezar un convoy hacia Ibarra. La provincia de Imbabura se convirtió en el punto crítico de la jornada. El vehículo presidencial fue parte del dispositivo que salió desde Tababela. Desde el Gobierno confirmaron que el presidente Daniel Noboa iría a Ibarra. Paralelamente se organizó un convoy con ayuda humanitaria, escoltado por fuerzas del orden. El operativo se activó luego de la denuncia de una “emboscada” a militares en Cotacachi. Según la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, hubo 12 heridos y 17 uniformados desaparecidos. Organizaciones sociales informaron sobre la primera muerte de un manifestante indígena durante las protestas. En el aeropuerto se convocó a la prensa, aunque no hubo declaraciones de los ministros. Posteriormente, los periodistas fueron llevados a una gasolinera en Guayllabamba. En ese nuevo punto tampoco se entregaron versiones oficiales. El convoy tomó la ruta hacia Otavalo y localidades cercanas para despejar el camino. El objetivo fue abrir paso hasta la ciudad de Ibarra. El despliegue mostró una presencia fuerte de uniformados en la ruta. La presencia de uniformados marcó la respuesta del Estado en el día siete del paro. Las autoridades mantuvieron la coordinación para continuar las operaciones durante la noche.