La comunidad de Maine está de luto tras un devastador tiroteo que sacudió el estado el pasado miércoles. Bob Violette, un querido jubilado de 76 años y apasionado jugador de bolos, fue una de las víctimas fatales en este triste suceso. El exmecánico de Sears, con profundos lazos en Lewiston, encontró en los bolos su pasión tras jubilarse.

Cassandra, su nuera, narró al Lewiston Sun Journal cómo Violette, en su acto final, sacrificó su vida protegiendo a un grupo de niños en la bolera Just-In-Time. "No te dejaba salir por la puerta sin darle un abrazo y un beso en la mejilla", recuerda Cassandra sobre el carácter afectuoso de Bob. Un hombre que dedicó su retiro a entrenar a jóvenes en este deporte, y que incluso incentivó a sus propios nietos a amar el juego.

Violette, quien deja atrás a tres hijos y seis nietos, también será recordado por su devoción hacia sus seres queridos, ahorrando para comprar dispositivos tecnológicos con el fin de capturar momentos invaluables de sus nietos jugando a los bolos. "Él amaba a esos niños, a todos ellos", confesó Cassandra.

El tiroteo también se llevó la vida de Joseph Walker, gerente de bar, y al menos otras 16 personas. La policía continúa la búsqueda del presunto atacante.