Simone Biles ha vuelto a hacer historia en los Juegos Olímpicos de París 2024, conquistando la medalla de oro en la competencia de gimnasia, su octava medalla en Juegos Olímpicos. Tres años después de retirarse de una final por equipos debido a problemas de salud mental, su regreso ha sido nada menos que espectacular.

Biles fue la última gimnasta de la noche en subirse a la tarima, donde mostró una mezcla de gracia, potencia y velocidad, una actuación que ha sido catalogada como icónica y que perdurará en los anales de la historia olímpica. A pesar de un pequeño tropiezo, supo mantenerse y completar su rutina con éxito.

"Al principio del día, empecé con terapia y me sentí tranquila y preparada", compartió Biles, destacando la importancia de su salud mental en su preparación. Su actuación no solo demostró su destreza física sino también su fortaleza mental, habiendo trabajado en ella durante años.

En la final por equipos, Biles no mostró signos de la lesión en la pantorrilla que la había preocupado previamente. A pesar de los desafíos, confirma su dominio al ganar la medalla de oro con una puntuación de 14,666, un triunfo que la confirma como la gimnasta estadounidense más condecorada.

La jornada fue emocionante hasta el último momento, cuando Biles esperaba su puntuación, sabiendo que había hecho lo suficiente para ganar. El resultado fue una explosión de alegría, y junto a sus compañeras celebraron con la bandera de EE.UU., recibiendo el apoyo de los espectadores con cánticos de "¡USA! ¡USA!".

Simone Biles no solo se ha consolidado como una leyenda de la gimnasia, sino que también ha dejado un legado de resiliencia y superación. Ahora, se prepara para el all-around individual y otras competiciones, pero con la certeza de que su nombre ya es sinónimo de grandeza en la historia olímpica.