El incendio forestal que afecta a la parroquia de San Joaquín, en el sector de Pucán, Cuenca, continúa sin tregua, desafiando los esfuerzos de más de 80 bomberos y 30 brigadistas forestales que luchan contra las intensas llamas. La situación se complica debido a los fuertes vientos que avivan el fuego, dificultando las labores de control.

En la mañana, la Unidad de Drones del Cuerpo de Bomberos de Cuenca realizó un sobrevuelo estratégico sobre la zona afectada. Este operativo permitió determinar las rutas de acceso más seguras para el personal que combate el fuego en la parte baja de la zona. Según el Cap. Sixto Heras, jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuenca, esta intervención es crucial para coordinar eficazmente los esfuerzos en tierra.

A pesar del arduo trabajo de los equipos de emergencia, las llamas llevan más de 10 horas activas, sumándose a la devastación causada por el incendio ocurrido hace dos semanas en la provincia de Azuay. Este último desastre dejó cientos de hectáreas de vegetación calcinadas, afectando gravemente el ecosistema local.

Los miembros de la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) también se unieron a los trabajos desde la madrugada de ayer, trayendo consigo vehículos, equipos especializados y más drones para reforzar la lucha contra el fuego. La colaboración y coordinación entre las distintas unidades son vitales para controlar esta emergencia que mantiene en vilo a la comunidad de Cuenca.