La tensión entre Irán e Israel sube a niveles extremos. Este lunes, Irán pidió evacuar zonas de Tel Aviv cercanas a instalaciones militares por temor a nuevos ataques. La alerta fue emitida por la cadena oficial Press TV, que asegura que los bombardeos seguirán. Israel ya ha lanzado ataques desde el jueves, dejando al menos 224 muertos y más de mil heridos en suelo iraní. En respuesta, Irán disparó misiles a distintas ciudades israelíes, causando 24 muertos. Solo en las últimas horas, ocho personas fallecieron en Haifa y alrededores de Tel Aviv. En Bnei Brak, la Policía halló el cuerpo de un anciano tras el impacto de un misil. En Petah Tikva, dos hombres y dos mujeres, todos de la tercera edad, murieron luego de que un edificio de 20 pisos fuera alcanzado. La guerra no da tregua. Los equipos de rescate siguen buscando desaparecidos bajo los escombros. Israel justifica su ofensiva diciendo que Irán estaría desarrollando una bomba nuclear. Irán responde que solo se defiende de una agresión injustificada. Las calles de Tel Aviv lucen vacías y con el miedo a flor de piel. Mientras tanto, los hospitales en Irán están desbordados por la cantidad de heridos. El Ejército iraní afirma que seguirá atacando si los bombardeos no se detienen. Netanyahu mantiene su postura y dice que actuarán "con toda la fuerza". Organismos internacionales piden un alto al fuego, pero nadie escucha. Cada hora que pasa hay más víctimas. La comunidad internacional observa con preocupación lo que podría escalar a una guerra aún mayor. La población civil es la más afectada. Las redes sociales están llenas de imágenes de destrucción, miedo y desesperación. El mundo espera una salida… pero la paz parece cada vez más lejana.