Este jueves 8 de agosto de 2024, un terremoto de magnitud 7,1 estremeció las costas de la isla de Kyushu, al sur de Japón, generando una alerta de tsunami que mantuvo en vilo a la población. El sismo, registrado a las 16:42, hora local, tuvo una profundidad de 25 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Aunque inicialmente se reportaron dos temblores consecutivos, el USGS corrigió la información confirmando que se trató de un solo evento sísmico.

La Agencia Japonesa de Meteorología (JMA) emitió una advertencia por el riesgo de tsunami, alertando a la población a mantenerse alejados del mar y las costas hasta que la alerta fuera levantada.

A pesar de la magnitud del sismo, solo se han reportado dos heridos leves hasta el momento, mientras las autoridades siguen evaluando los daños materiales y personales. El gobierno japonés, en respuesta al sismo, instaló un grupo de trabajo para coordinar las medidas de emergencia. Aproximadamente una hora después del terremoto, se registraron las primeras olas del tsunami en varios puntos costeros, alcanzando los 50 centímetros en algunos lugares como el puerto de Miyazaki.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico también emitió un aviso, advirtiendo sobre posibles olas peligrosas en un radio de 300 kilómetros alrededor del epicentro. Japón, situado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países más sísmicos del mundo, lo que hace que eventos como este generen gran preocupación a nivel nacional e internacional.