Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, eligió Texas para su más reciente esfuerzo de campaña, acompañada por la superestrella Beyoncé y el ícono de la música country Willie Nelson. El mitin se desarrollará en Houston, con la esperanza de atraer la atención nacional hacia la estricta prohibición del aborto en Texas y cómo esta podría afectar a otros estados con elecciones cercanas.

La visita a Texas tiene un enfoque estratégico: no se trata de ganar votos en el estado republicano, sino de generar contenido viral que resuene en estados más disputados. Los asesores de Harris apuestan a que la presencia de figuras influyentes como Beyoncé no solo movilizará a los votantes de Houston, sino que también captará la atención de medios nacionales y redes sociales. Harris se une así a la tendencia de priorizar los impactos virales sobre las entrevistas locales.

El tercer párrafo aquí destaca la importancia de esta estrategia para la campaña de Harris: Texas se ha convertido en un escenario central de la lucha por los derechos reproductivos desde que se implementó una de las prohibiciones de aborto más estrictas del país tras la decisión de la Corte Suprema de revocar Roe contra Wade. Harris espera que la prohibición en Texas se convierta en un símbolo de advertencia para votantes en otros estados, promoviendo la importancia de proteger los derechos de las mujeres.

Con una entrevista programada con la popular pódcaster Brené Brown, Harris se acerca a una audiencia mayoritariamente femenina y joven, clave para la próxima elección presidencial. Aunque Texas no es un estado disputado, Harris busca que su mensaje trascienda las fronteras del estado y llegue a quienes decidirán el futuro del país en 2024.