La tosferina, una enfermedad respiratoria grave que afecta principalmente a los niños, sigue afectando a Ecuador, a pesar de contar con vacunas gratuitas. En los primeros meses de 2025, el país ha registrado más de 400 casos de tosferina, un número alarmante comparado con solo 18 casos reportados en 2022. Las autoridades de salud están tomando medidas, pero el aumento de casos refleja fallas en el sistema de vacunación. Aunque el Ministerio de Salud Pública (MSP) realiza brigadas de vacunación en colegios y barrios, la situación sigue siendo crítica en varias ciudades como Quito, Guayaquil y Manabí. El problema no radica en la falta de vacunas, sino en las brechas que impiden que todos los niños reciban las dosis necesarias. En muchos casos, las casas están cerradas o las autorizaciones de los padres no se entregan, lo que dificulta la inmunización. Además, el sistema de salud pública no tiene acceso a los registros de vacunación de los centros privados, lo que impide un control completo sobre los menores que asisten a estas instituciones. Expertos también señalan que el 8% de los niños en los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) no están vacunados, ya sea por barreras culturales o por haber ingresado tarde al sistema. La coordinación entre el MSP y el MIES busca resolver este problema, pero persisten desafíos logísticos y culturales. Además, la falta de infraestructura en zonas de riesgo contribuye a la propagación de otras enfermedades como la leptospirosis. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la tarea no es fácil. La salud pública en Ecuador enfrenta problemas complejos que van más allá de las vacunas y requieren soluciones integrales.