Más de 215 mil niñas y niños vivieron un Día del Niño inolvidable en la Zona 3 del país. Desde temprano, las escuelas se llenaron de música, colores, disfraces y un ambiente de pura felicidad. Todo fue organizado por el Ministerio de Educación, que puso en marcha una jornada cargada de juegos y aprendizajes. En cada rincón, se vieron caritas felices pintadas con colores y manos alzadas listas para participar. Las actividades lúdicas y culturales conquistaron a los más pequeños. Entre bailes, obras de teatro y competencias, los estudiantes dejaron volar su imaginación. Los docentes también se contagiaron del entusiasmo. Eunice Ortega, profesora en Pasa, recordó con emoción el primer día de clases de sus alumnos. Dijo sentirse orgullosa de verlos crecer con cada lección. Silvana Palma, coordinadora zonal, envió un mensaje lleno de ternura: les recordó a los niños que sus sueños valen mucho y que siempre contarán con sus maestros. Las escuelas se transformaron en espacios mágicos donde reinaron el respeto, la creatividad y la amistad. Hubo concursos de pintura, cuentacuentos, juegos tradicionales y mucha música. Cada rincón se llenó de esperanza y ternura. La idea fue clara: que los niños aprendan, pero también se sientan queridos y escuchados. El Ministerio apuesta a una educación afectiva y cercana. La convivencia fue uno de los pilares de esta celebración. Al final del día, las risas eran la mejor prueba de que todo valió la pena. Muchos niños dijeron que fue uno de los días más bonitos del año. Las maestras y maestros se despidieron con abrazos y promesas de seguir guiándolos. Fue una fiesta que unió a todos. La magia del Día del Niño dejó huellas en sus corazones.