Este domingo 31 de agosto de 2025, el Gobierno desplegó un masivo operativo militar en la Penitenciaría del Litoral, la prisión más grande y violenta del Ecuador. El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, junto al jefe del Comando Conjunto Accidental, Pablo Caicedo, lideraron la acción que movilizó tropas especializadas en control de armas y explosivos. El Ministerio de Defensa informó que se trató de un registro exhaustivo en todos los pabellones, con el fin de debilitar la capacidad de acción de las bandas que han convertido a las cárceles en centros de poder. La institución aseguró que “no hay tregua contra las mafias” y que continuarán con fuerza para devolver la paz a las familias ecuatorianas. Desde 2021, cerca de 600 presos han sido asesinados en masacres carcelarias, lo que refleja el nivel de violencia que domina el sistema penitenciario. La Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, ha sido epicentro de las peores matanzas, producto de enfrentamientos entre grupos criminales rivales. La intervención militar forma parte del plan del presidente Daniel Noboa, quien declaró en 2024 el “conflicto armado interno” contra el crimen organizado y ordenó la militarización de las prisiones. En este nuevo operativo, los uniformados ingresaron con equipos tácticos y detectores para ubicar armas, explosivos y elementos prohibidos. El Gobierno busca evitar que los cabecillas sigan dirigiendo delitos desde dentro. El Ministerio de Defensa recalcó que la lucha es frontal y que no se permitirá que las mafias carcelarias marquen la agenda del país. Este operativo se suma a los realizados en otras cárceles del país, como la de Turi en Cuenca, donde recientemente murieron cuatro reos en un enfrentamiento. La estrategia estatal apunta a recuperar el control total de los centros penitenciarios y cortar los nexos de poder de las bandas. Las familias de los presos, en tanto, esperan noticias en medio del hermetismo de las autoridades. La presencia militar en los alrededores de la Penitenciaría generó tensión en Guayaquil, una ciudad golpeada por la violencia.