A partir del 1 de agosto, Hong Kong implementará una nueva ley que sanciona severamente a quienes alimenten a las palomas en la ciudad, con multas que pueden llegar a los $12,800 y hasta un año de prisión. Esta medida, que busca resolver problemas de salud pública y mantener el equilibrio ecológico, representa un endurecimiento de las sanciones anteriores, que solo imponían una multa de $1,279.

Las palomas han sido identificadas como una fuente de transmisión de virus, lo que llevó al gobierno a tomar acciones más drásticas. Anteriormente, alimentar animales salvajes estaba penalizado, pero las palomas no se incluían en la categoría de fauna silvestre según la normativa anterior. Con la reforma, estas aves ahora son consideradas dentro de la legislación que regula la alimentación de animales en áreas urbanas.

El gobierno de Hong Kong también ha lanzado campañas de concienciación para educar a la población sobre los peligros de alimentar a la fauna silvestre, subrayando la importancia de estas nuevas regulaciones para proteger la salud pública y el medio ambiente. Estas campañas buscan informar a los ciudadanos sobre las consecuencias de sus acciones y fomentar un comportamiento responsable hacia la fauna urbana.

La implementación de esta ley refleja un cambio significativo en la manera en que Hong Kong maneja la interacción entre humanos y fauna silvestre, y subraya el compromiso de la ciudad con la salud y el bienestar de sus habitantes.