Murió Miguel J. Erazo, por riña en clínica clandestina de Guayllabamba




La víctima buscaba recuperarse; fue llevada al Hospital de Calderón y falleció horas después.
Miguel Jordán Erazo Palacios, de 25 años, falleció tras una riña entre internos en Guayllabamba. El hecho ocurrió la tarde del 28 de noviembre de 2025 en la denominada Fundación La Casa de los Milagros. Este centro funcionaba de manera irregular en la Panamericana Norte y carecía de permisos. Según el parte policial, varios internos intentaron fugarse y se desató el caos. En medio de ese momento, Miguel fue atacado con un objeto cortopunzante. Sufrió heridas en el antebrazo izquierdo y en el muslo derecho. Otros internos trataron de auxiliarlo hasta la llegada de los equipos de emergencia. El Cuerpo de Bomberos de Quito lo estabilizó en el sitio. Luego fue trasladado al Hospital de Calderón para recibir atención. Pese a los esfuerzos médicos, el joven murió horas después. La Policía informó que Miguel era uno de los internos del establecimiento. No registraba antecedentes penales y buscaba apoyo para tratar una adicción. Las cámaras de seguridad permitieron identificar a varios presuntos agresores. Fueron aprehendidos Telmo G. de 44 años, Ramiro B. de 46, Daniel C. de 50 y Víctor V. de 24. Tras confirmarse el deceso, autoridades municipales y sanitarias acudieron al lugar. La AMC, la ACESS y el Ministerio de Salud verificaron el funcionamiento irregular. El sitio fue clausurado de inmediato por carecer de licencias. La investigación siguió su curso para determinar responsabilidades individuales. El caso se procesó como homicidio y se analizaron posibles delitos asociados a la operación del centro. La familia de Miguel esperó respuestas mientras el país volvió a mirar los riesgos de las clínicas clandestinas.
El Pentágono anunció el jueves un nuevo ataque contra un barco en el Pacífico oriental. Cuatro…
El Metro de Quito reaccionó la tarde del jueves 4 de diciembre de 2025 al examen de la Contral…
La Tri palpita el sorteo del Mundial 2026 y los hinchas se vuelcan a X. La cuenta oficial ence…
