Una historia de supervivencia que desafía toda lógica ocurrió en el cantón Latacunga, provincia de Cotopaxi. Un niño de apenas seis años logró sobrevivir 16 horas en los fríos páramos de los Illinizas, después de haberse extraviado en el sector de San Juan de Pastocalle. La hazaña del pequeño, que logró superar las inclemencias del tiempo, ha dejado asombrados a todos quienes participaron en su rescate.

Todo comenzó la tarde del miércoles 14 de agosto, cuando los padres del niño se dieron cuenta de su desaparición y, desesperados, reportaron el hecho al ECU 911 a las 18:48. El menor se había perdido en una zona rural de difícil acceso y con temperaturas que oscilan entre los 12 y 25 grados Celsius. Inmediatamente, se activó un operativo de búsqueda que incluyó a personal especializado de rescate y voluntarios de la comunidad.

A pesar de los esfuerzos realizados, la noche y las condiciones climáticas adversas obligaron a suspender la búsqueda temporalmente, con la promesa de reanudarla al amanecer del jueves 15 de agosto. La preocupación de todos aumentó, pues pasar la noche en los Illinizas, sin abrigo y a la intemperie, es un desafío incluso para los más experimentados montañistas.

Sin embargo, cerca de las 10:00 de la mañana, el milagro ocurrió. El pequeño fue encontrado con vida y, aunque evidentemente agotado, estaba en condiciones estables. De inmediato, fue trasladado a una casa de salud para recibir atención médica y ser reunido con su familia. Los rescatistas y familiares no podían creer lo que había ocurrido.

Pero lo más sorprendente fue el relato del niño sobre cómo logró sobrevivir a las gélidas temperaturas del páramo. Con una asombrosa madurez, contó que había intentado protegerse del frío cubriéndose con paja y, al no encontrar suficiente abrigo, decidió buscar un refugio natural en el terreno donde se acurrucó hasta que amaneció. "La paja ya no valía, busqué otro hueco y ahí me metí, luego al amanecer corrí para arriba a ver si asomaba alguien", relató el pequeño.

Esta historia no es la única en la región, ya que según el ECU 911, en lo que va del año, se han reportado 62 emergencias relacionadas con extravíos en montañas en todo el país. Este caso sirve como un recordatorio de los peligros que enfrentan quienes se aventuran en estos terrenos, pero también de la increíble capacidad de resistencia y supervivencia que pueden tener, incluso los más pequeños.

El rescate del niño fue un momento de alivio y celebración, no solo para su familia sino para toda la comunidad que participó en la búsqueda. La historia del pequeño es un testimonio de esperanza y fuerza, y un llamado de atención sobre la importancia de estar siempre preparados para cualquier eventualidad en zonas de alto riesgo.