El presidente Daniel Noboa firmó este martes 10 de junio un nuevo decreto para mantener el estado de excepción por 30 días más en Quito y siete provincias del país. La medida se toma en medio de una ola de violencia que azota al Ecuador, con ataques armados, extorsiones y secuestros. Guayas, Manabí, Los Ríos, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos seguirán con restricciones, incluyendo toque de queda en 22 cantones. Según el decreto ejecutivo 23, los grupos criminales están evolucionando sus métodos y burlando los controles, por lo que el gobierno considera urgente reforzar las acciones. Noboa asegura que el objetivo es devolver la paz a los ciudadanos y evitar que la situación se salga de las manos. El documento cita informes secretos del CIES y de las Fuerzas Armadas que justifican suspender derechos como el de inviolabilidad de domicilio. Esto permite a los uniformados entrar a casas y revisar correspondencia sin orden judicial. En el mismo decreto se mantiene lo dispuesto en abril de este año, cuando se activaron operativos nocturnos y control total en las calles. La capital y otras ciudades siguen reportando atentados, muertes violentas y explosiones. Desde el 1 de mayo hasta el 3 de junio, se han registrado ataques con explosivos en varios cantones. Noboa insiste en que la lucha contra el crimen organizado sigue firme, aunque reconoce que la violencia continúa a niveles muy altos. La población vive con temor y bajo presión, mientras los operativos militares se multiplican en las zonas más calientes del país. Por ahora, Ecuador seguirá viviendo bajo la sombra del estado de excepción, esperando que la estrategia funcione y que las balas dejen de hablar más fuerte que las leyes.