Ucrania ha denunciado este jueves que Rusia ha desplegado soldados de Corea del Norte en la región de Kursk, una zona cercana a la frontera con Ucrania. Según la inteligencia militar ucraniana (GUR), las primeras unidades norcoreanas llegaron el pasado 23 de octubre de 2024, incrementando la preocupación de las potencias occidentales por una posible escalada del conflicto.

En un comunicado oficial, el GUR afirmó: "El 23 de octubre de 2024 se registró su aparición en la región de Kursk", lo que sugiere que las tropas ya están participando en las operaciones de combate. Este despliegue ocurre después de que Estados Unidos presente pruebas de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, una alianza que ha sido ratificada por el Parlamento ruso con un tratado de defensa que prevé asistencia mutua en caso de agresión por un tercer país.

A pesar de estas afirmaciones, el presidente ruso Vladimir Putin no ha desmentido el despliegue de las tropas norcoreanas. En una conferencia de prensa durante la cumbre de los BRICS en Kazán, Putin declaró: "Rusia nunca dudó de la seriedad de Corea del Norte en nuestra cooperación", sin confirmar ni negar directamente la presencia de soldados norcoreanos en suelo ruso.

Por otro lado, Corea del Norte ha negado las acusaciones de Ucrania, calificándolas de "rumores infundados". Sin embargo, estas afirmaciones no han detenido la creciente preocupación internacional. El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, advirtió que su país no permanecerá inactivo ante el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, insinuando la posibilidad de enviar armamento a Ucrania si la situación continúa escalando.

La comunidad internacional sigue de cerca este nuevo capítulo en la guerra, mientras los líderes mundiales llaman a una solución pacífica que parece cada vez más lejana.