Otavalo sitiado y Conaie en sesión: la Sierra se tensa


Calles con piedras y alambre paralizan la ciudad mientras negocios permanecen cerrados
Otavalo amanece con cierres internos y accesos controlados este 2 de octubre. Comuneros colocan piedras, alambre y adoquines en esquinas y avenidas para frenar el tránsito. La Panamericana Norte queda cortada por tramos y varios vehículos terminan con llantas pinchadas. Pocos negocios se atreven a levantar las puertas por el clima de tensión en el cantón. En medio de la jornada, una joven de 24 años que iba al Municipio fue atacada con una varilla con punta. La Conaie instala su Consejo Ampliado en Quito y ofrece comunicar resoluciones al cierre de la cita. Mientras deliberan, difunden un llamado para permitir el paso de ambulancias, insumos médicos, agua, alimentos y brigadas. Desde temprano, el ministro del Interior, John Reimberg, cuestiona que se obstaculice la circulación de estos vehículos. Afirma que bloquear ayuda humanitaria y oxígeno afecta la vida de los ecuatorianos. En la Sierra centro y sur se reportan bloqueos en Bolívar, Chimborazo y Cañar con vías clave interrumpidas.
La carretera Cuenca–Riobamba permanece cerrada y Guaranda mantiene tramos sin paso hacia Ambato y Riobamba. En Suscal, Cañar, se quedan varados tanqueros de oxígeno, combustible y gas licuado de petróleo. Las Fuerzas Armadas advierten de alto riesgo de explosión e incendio por la retención de esas cargas. Austrogas informa que tres unidades con 66.000 kilos de GLP están atrapadas rumbo a Challuabamba, en Cuenca. Militares y policías dialogan con comuneros para abrir un corredor y mover los vehículos pesados. En Alausí, Chimborazo, dos policías retenidos en Nizag fueron entregados y ahora pasan a exámenes médicos.
En Otavalo, la noche previa se anunció que hoy ningún local atendería y que ningún auto circularía. Los cierres ya no se limitan a la Panamericana y se extienden a calles del centro de la ciudad. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana y otras voces lanzan llamados al diálogo ante el recrudecimiento. La FICI habló de una tregua, pero varios pueblos kichwa la desconocieron y mantienen movilizaciones.