La ciudad de Cuenca ha sido escenario de un acontecimiento sin precedentes en su historia eclesiástica. Recientemente, el Mote Radio Podcast informó sobre la designación del primer exorcista oficial en la ciudad por parte de la Iglesia Católica. Este papel recae en el sacerdote Francisco Calle, más conocido entre sus fieles como el Padre Paco.

El nombramiento del Padre Paco como exorcista oficial es un hito en la Iglesia Católica de Cuenca. Su rol consiste en enfrentar y discernir casos de supuestas posesiones demoníacas. Sin embargo, este cargo no se limita únicamente a la realización de rituales exorcistas. En la actualidad, la formación de los exorcistas incluye también un importante componente médico, lo cual les permite identificar y diferenciar entre enfermedades psiquiátricas y fenómenos que requieren intervención espiritual.

Los aspirantes a exorcista, como el Padre Paco, se familiarizan con un "ritual de sanación", el cual fue actualizado por el Vaticano en 1998. Este ritual reemplazó al anterior, vigente desde 1614, evidenciando una evolución en las prácticas y comprensión de la Iglesia sobre estos fenómenos.

En Cuenca, si surge algún caso sospechoso de posesión, el procedimiento inicial requiere que el sacerdote de la parroquia correspondiente evalúe la situación. Posteriormente, si se considera necesario, se remite el caso al exorcista oficial de la Diócesis, en este caso, el Padre Paco. Este proceso asegura una evaluación integral del afectado, combinando tanto el discernimiento espiritual como el conocimiento médico.

Este nombramiento en Cuenca refleja un cambio significativo en la manera en que la Iglesia Católica aborda estos temas, integrando sabiduría ancestral con conocimientos modernos. Con la designación del Padre Paco, Cuenca se posiciona en un lugar único en el mapa eclesiástico, abriendo una nueva página en la historia de la fe y la espiritualidad en la ciudad.