En un emotivo acto de solidaridad, el Papa Francisco dirigió este domingo sus oraciones hacia Ecuador, un país actualmente sumergido en una profunda crisis debido a un conflicto armado interno. Durante la tradicional oración del ángelus en la Plaza de San Pedro, el pontífice expresó su cercanía con los peregrinos ecuatorianos y aseguró que mantiene en sus plegarias la esperanza de paz para la nación.

"Saludo a los peregrinos llegados desde Ecuador y aseguro mi oración por la paz en su país", declaró el Papa desde la ventana del palacio apostólico. Este mensaje llega en un momento crucial para Ecuador, que se enfrenta a una serie de actos violentos atribuidos al crimen organizado, incluyendo secuestros, asesinatos de policías, alertas de bomba, y motines en cárceles.

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declaró el conflicto armado interno el 9 de enero, en respuesta a esta creciente ola de violencia. La situación ha escalado hasta el punto de proclamar el estado de excepción a nivel nacional, en un esfuerzo por contener la escalada de violencia y restablecer la seguridad.

La comunidad internacional, ahora con la voz del Papa Francisco, muestra su preocupación y apoyo a Ecuador en estos tiempos difíciles. La intervención del Papa resalta la gravedad de la situación y la necesidad urgente de buscar soluciones pacíficas y efectivas.

Mientras el país lucha por superar esta crisis, las palabras del Papa Francisco ofrecen consuelo y un llamado a la unidad y la paz. Este gesto de solidaridad no solo refuerza el apoyo moral hacia Ecuador sino que también pone en perspectiva la importancia de la colaboración internacional en la resolución de conflictos.