Antonella Garzón conoció a Luis Moreno cuando era niña y hoy trabajan juntos como Antito y Paletita. Antito heredó la inspiración de su hermano payaso y repite una frase que la guía: “Mientras un niño viva, el payaso será eterno”. El gremio enfrenta tiempos duros con contratos cada vez más raros. Johnny Machado, el payasito Loquillo, pide a las autoridades bóvedas fúnebres para no llevar a los compañeros a otros cantones. Recordó que el vicepresidente de Aciprog fue sepultado fuera de Guayaquil por falta de espacio. Antito se mueve en redes, pinta caritas y produce contenido para mostrar su trabajo. Paletita y Loquillo se actualizan con magia, globoflexia y máquinas de burbujas. Varios artistas denuncian intentos de cobro por criminales que ofrecen “préstamos” tras amenazar. Loquillo relató que rechazó a esos delincuentes. En los noventa, Paletita hacía hasta ocho fiestas a la semana y reclutaba a otros compañeros en el centro. Mencionó la panadería Dina, el Saloncito y la feria de juguetes La Raspa como puntos de encuentro de antaño. Hoy celebran si consiguen un contrato por semana o cada quince días. Los pagos cayeron de USD 90 a USD 60 o menos por hora. Para sobrevivir combinan animación, teatro callejero, trabajo en circos y oficios alternos. Peter Chacón, Chapir y presidente de Aciprog, afirma que varios son albañiles, electricistas o guardias. Paletita ahora pasa largas horas cuidando carros en la calle. Chapir pide que la gente y el Estado respalden esta tradición. “No se olviden de nosotros”, dice con nostalgia y firmeza. El gremio sueña con declarar las artes circenses como patrimonio en Ecuador. Apuntan al Sexto Congreso Internacional de Circo Tradicional Latinoamericano del 11 al 13 de noviembre en Guayaquil. Chapir afirma que llegarán representantes de más de diez países y necesitan apoyo y un lugar para realizarlo.