El proyecto habitacional Guayaquil de mis Amores, ubicado en La Prosperina, al noroeste de Guayaquil, tiene un 91% de avance en su construcción, pero carece de agua potable, alcantarillado y vías de acceso. La obra, contratada por USD 13,5 millones en 2021, debía beneficiar a 668 familias, pero está paralizada desde julio de 2023.

Según informes del Miduvi y de la empresa Creamos Infraestructura E.P., la urbanización enfrenta problemas graves de planificación. Entre ellos, la falta de validación del predio por parte del Municipio, la ausencia de redes de agua potable y alcantarillado, y la inexistencia de una vía de acceso principal.

El tanque San Ignacio de Loyola, que debía abastecer de agua a la urbanización, ha sido vandalizado, y su rehabilitación requiere inversión adicional. Por ello, el 13 de enero de 2025, se adjudicó un contrato por USD 2,2 millones para estudios y diseños que permitan dotar de agua potable y alcantarillado al proyecto. Sin embargo, los trabajos tomarán al menos nueve meses.

La construcción, que inició en mayo de 2021, ha enfrentado tres suspensiones, atribuibles al impacto de la pandemia, problemas administrativos y falta de coordinación entre instituciones. Beneficiarios, como Mercedes Ruiz y Rosa Pacalla, han expresado su frustración en redes sociales, reclamando la entrega de las viviendas.

Mario García, gerente de Agua Potable de Guayaquil, cuestionó la planificación del Miduvi: “¿Cómo una urbanización tiene un 91% de avance, pero no agua ni vías? Es un problema de planificación que no está en nuestras manos”.

Mientras tanto, los residentes de sectores aledaños reportan el ingreso de tanqueros de agua y vehículos de subcontratistas que realizan labores menores, pero la urbanización permanece inhabitable.

El proyecto Guayaquil de mis Amores evidencia problemas estructurales en la ejecución de obras públicas, dejando en la incertidumbre a cientos de familias que esperaban un hogar digno.