La noche del 29 de noviembre de 2025 se presentó ‘Aristócratas: crónicas de una marica incómoda’ en la Capilla del Museo de la Ciudad. La obra fue una producción del colectivo UP Zurdas con estética drag y lenguaje de performance. El Municipio la había anunciado como una puesta feroz y sin filtros inspirada en Pedro Lemebel. Tras el evento surgieron críticas de sectores católicos y conservadores de la capital. El arzobispo Alfredo Espinoza publicó el 1 de diciembre una carta abierta dirigida a las autoridades. En ese texto afirmó que la capilla, aunque desacralizada en 1998, conservaba una huella de identidad católica. También sostuvo que la obra ofendía gravemente la sensibilidad de la comunidad creyente. Colectivos como Familia Ecuador reclamaron a la Alcaldía que evitara actos similares en espacios de culto histórico. Tradición y Acción Ecuador denunció el uso del lugar para escenas de desnudos y una imitación de la Virgen. Ante la ola de reacciones, el alcalde Pabel Muñoz pidió disculpas públicas en sesión del Concejo del 2 de diciembre. Aseguró que no conocía los detalles de la programación de los museos. Señaló que la disculpa respondía a un principio de respeto y no a censura. Ratificó que su administración defendía todas las diversidades, incluida la religiosa. La Fundación Museos de la Ciudad lamentó haber afectado creencias de una parte de la ciudadanía. En su comunicado la entidad dijo que respeta la diversidad cultural, social y religiosa de Quito. Recordó además que la capilla dejó de ser iglesia en 1998 y se usa únicamente para fines culturales. El evento contó con autorización municipal para su realización en ese recinto patrimonial. La discusión pública giró entre libertad de expresión y respeto a símbolos religiosos. La Arquidiócesis recomendó el uso adecuado de lugares usados o asociados al culto. El caso dejó pedidos para ajustar criterios de futuras programaciones en espacios sensibles de la ciudad.