La presión arterial alta, conocida comúnmente como hipertensión, es una condición médica que afecta a millones de personas globalmente. A menudo denominada el "asesino silencioso", la hipertensión no suele manifestar síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Sin embargo, un aumento significativo en la presión arterial puede provocar mareos, un síntoma que no debe ignorarse.

Los mareos asociados a la hipertensión pueden variar en intensidad y a menudo se presentan como una sensación de vértigo o ligereza en la cabeza, acompañados por visión borrosa, inestabilidad, náuseas o incluso zumbidos en los oídos. Es crucial entender que estos síntomas pueden ser la señal de una complicación mayor, y no todas las personas con alta presión experimentan mareos.

La principal causa de los mareos en personas con hipertensión es la disminución del flujo sanguíneo al cerebro. Cuando la presión arterial sube drásticamente, el corazón debe esforzarse más para bombear la sangre, lo que puede conducir al estrechamiento o bloqueo de los vasos sanguíneos, afectando el suministro de oxígeno y nutrientes al cerebro.

Es vital buscar atención médica inmediata si se experimentan mareos repentinos o severos, especialmente si vienen acompañados de dolor de cabeza intenso, dolor en el pecho o dificultad para respirar. Estos síntomas pueden ser indicativos de una emergencia médica como un derrame cerebral o un ataque al corazón.