La presión en redes creció para exigir la renuncia del ministro de Trabajo, Harold Burbano. El impulso llegó tras nuevas denuncias que lo vincularon a supuestas presiones internas. El objetivo habría sido levantar el impedimento que pesaba sobre Álvaro Rosero. Rosero estaba previsto para asumir como ministro de Gobierno y luego se apartó. El exfuncionario Christian Marín relató que recibió constantes llamadas y mensajes. Señaló que provenían de la actual viceministra de Trabajo, Sharián Moreno. Según Marín, ella le exigía eliminar la suspensión por orden del ministro. Afirmó que lo presionaban cada 30 minutos para habilitar a Rosero. Dijo contar con mensajes, registros y llamadas que respaldarían sus dichos. También apuntó a la existencia de una presunta estructura de delincuencia organizada. Mencionó como figura relevante a un individuo identificado como “F. J.”. Aseguró que entregaría los nombres completos ante la Fiscalía.

El denunciante advirtió que, si algo le ocurría, responsabilizaba al ministro Burbano. Pidió que el titular de Trabajo diera un paso al costado para afrontar la justicia. Reiteró públicamente que Burbano debía apartarse del cargo. Tras las revelaciones, usuarios difundieron etiquetas exigiendo la salida del funcionario. En los mensajes se cuestionó la falta de transparencia en el Ministerio de Trabajo. También se dijo que el caso Rosero evidenciaba un manejo político irregular. Rosero se retiró del proceso por los cuestionamientos sobre su impedimento legal. El escándalo público terminó bloqueando su llegada al gabinete.