Salasaka revive sus tradiciones en el Aya Killa Raymi


El 2 de noviembre, el pueblo Salasaka honra a sus ancestros en el Aya Killa Raymi
El pueblo Salasaka, ubicado en el corazón de la Sierra ecuatoriana, se prepara para una de sus celebraciones más significativas: el Aya Killa Raymi, también conocido como el Día de los Difuntos. Esta tradición ancestral, que se llevará a cabo el 2 de noviembre, representa un reencuentro espiritual con los familiares y amigos que ya han partido hacia el "Hanan Pacha", el más allá. En el cementerio de Salasaka, las familias se congregan no solo para honrar a sus difuntos, sino también para compartir con aquellos seres queridos que han emigrado, promoviendo así el fortalecimiento de sus lazos familiares y comunitarios.
La preparación para el Aya Killa Raymi comienza desde mucho antes, con un arduo trabajo que dura todo el año. Este esfuerzo se refleja en la confección de vestimentas tradicionales, la producción de alimentos autóctonos y la recolección de ofrendas simbólicas que se destinan a honrar a los seres fallecidos. En esta festividad, la gastronomía tiene un papel especial: se preparan panes en hornos de leña y se cocinan platos tradicionales a base de cuy, conejo, pollo, maíz y papas. Cada alimento, cuidado con esmero, se convierte en una ofrenda que simboliza el cariño y respeto que los vivos mantienen hacia sus antepasados.
Santos Moreta, gobernador del Pueblo Kichwa Salasaka, ha enfatizado la importancia de conservar estas costumbres milenarias como pilar de la identidad de su gente. "Nuestras raíces y tradiciones son el alma de nuestra comunidad. Invitamos a propios y extraños a ser parte de este evento para recordar y celebrar el Aya Killa Raymi", declaró Moreta. Las actividades no se limitan al cementerio; durante el Aya Killa Raymi también se realizan eventos culturales y rituales que transforman al pueblo en un espacio de respeto y devoción. La música autóctona, interpretada con instrumentos tradicionales, acompaña las danzas que rinden tributo a los difuntos, reforzando el ambiente espiritual.
Las vestimentas típicas de la celebración se elaboran artesanalmente. Ponchos, anacos y fachalinas, teñidos y confeccionados a mano, no solo embellecen a los participantes, sino que también sirven como símbolo de resistencia cultural, transmitiendo el legado de sus ancestros a las nuevas generaciones. Los tejidos, cerámicas y tallas de madera son exhibidos en las ferias locales que acompañan a la celebración, promoviendo el arte y la economía de los artesanos salaseños.
El Aya Killa Raymi no solo es una conmemoración a los difuntos, sino un tiempo para reflexionar sobre la riqueza cultural y la conexión con la naturaleza, el tiempo y el cosmos. Los visitantes de todas partes pueden degustar platos típicos, participar en los rituales y disfrutar de un ambiente festivo que celebra la vida, el recuerdo y el legado cultural de los Salasaka.
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