Salasaka vibra con el Raymi fe caballos y danza


Jinetes y danzantes acompañan la devoción en Salasaka por San Antonio de Padua
Salasaka celebra el Raymi de los Capitanes en honor a San Antonio de Padua. La parroquia de Pelileo vive tres días de fe entre el 1 y el 3 de octubre. La tradición mezcla sincretismo religioso y ritos de un pueblo milenario. Cada año llegan decenas de participantes para mantener viva la costumbre. El Capitán, el Paje y el Loero encabezan la conmemoración con entrega total. Ellos expresan su compromiso espiritual y cultural frente a la comunidad. A la fiesta asistieron los alcaldes de Patate, Pelileo, Cevallos y Tisaleo. También llegaron autoridades de Guano y Penipe, en Chimborazo. Todos comparten lazos dentro del Geoparque Mundial Unesco Volcán Tungurahua. El Raymi se une a celebraciones como Los Negros y Los Caporales en la memoria local. Para el pueblo, la fiesta fortalece identidad ancestral y transmisión de costumbres.
Además simboliza resistencia indígena ante la invasión española. Iván Chango destacó que esta festividad une al pueblo y honra la fe. En sus palabras, la herencia cultural dignifica y fortalece las raíces de Salasaka. La jornada arrancó con jinetes llegando a la casa del Capitán Virgilio Masaquiza. Desde Manzanapamba se anunció el arribo del Paje y del Loero de traje blanco. El Loero llevó alas y una aureola mientras recitaba coplas. Los montados dieron tres vueltas alrededor de la vivienda de su líder. Músicos con bombos, redoblantes y flautas guiaron a danzantes llegados desde Quisapincha. El galope levantó grandes cortinas de polvo y la danza siguió entre uniformes blancos, gorras negras y pañoletas rojas.