Sergio Peña, asambleísta electo por la Revolución Ciudadana, desató una tormenta política tras votar a favor del informe para el primer debate de la Ley de Solidaridad Nacional, propuesta por el presidente Daniel Noboa. Este respaldo sorprendió, ya que el correísmo se opone firmemente a dicha ley. Luisa González, presidenta del movimiento, criticó públicamente la decisión de Peña, señalando que su voto no reflejaba el consenso de la bancada. Peña respondió con contundencia en redes sociales, afirmando que es un profesional con criterio propio y que se debe a sus mandantes, no a decisiones de unos pocos. En un video, defendió su postura, indicando que la oposición debe ser propositiva y que logró incluir cuatro de sus sugerencias en el proyecto. Además, lanzó una crítica directa al liderazgo del movimiento, expresando que “los personajes quemados le hacen un gran daño al partido político” y abogando por una renovación generacional. Este enfrentamiento evidencia tensiones internas en la Revolución Ciudadana y plantea interrogantes sobre su cohesión futura.