Simone Biles, la gimnasta olímpica estadounidense, ha vuelto a ser centro de atención no solo por sus logros deportivos, sino también por su reciente respuesta a Donald Trump. La gimnasta, quien ha ganado dos medallas de oro en París, convirtiéndola en la más condecorada de Estados Unidos, respondió a los comentarios de Trump sobre los "empleos negros" con una publicación en X, anteriormente Twitter. “Me encanta mi trabajo negro”, afirmó Biles, añadiendo un emoji de corazón negro, en clara referencia a su desempeño y orgullo en sus raíces y logros.

La controversia surgió después de que Trump hiciera comentarios durante un debate en junio, donde mencionó que los inmigrantes están "aceptando empleos de negros e hispanos". Estas palabras no solo provocaron reacciones inmediatas en las redes sociales, sino que también fueron abordadas durante la convención de la Asociación Nacional de Periodistas Negros. Cuando se le pidió a Trump definir qué es un "trabajo negro", él ambiguamente comentó que es "cualquiera que tiene un trabajo".

Este incidente resalta no solo la tensión racial todavía presente en ciertos discursos políticos, sino también la fortaleza de figuras públicas como Biles, quienes usan su plataforma para abordar y desafiar estas narrativas. Mientras tanto, figuras como JD Vance, compañero de fórmula de Trump, también han sido criticadas por sus comentarios pasados ​​respecto a la salud mental de Biles, lo que añade otra capa a la discusión sobre el valor y reconocimiento de los logros personales frente a desafíos. significativos.