SpaceX revolucionó la conectividad al lograr que un iPhone se conecte directamente a un satélite Starlink para enviar mensajes.

Este avance forma parte de Starlink Direct to Cell , una tecnología que busca eliminar las zonas sin señal en todo el mundo.

Con una constelación de 7.000 satélites en órbita baja , Starlink domina el 80% de la masa espacial.

Cada satélite utiliza un módem eNodeB, similar a las antenas terrestres, pero operando a 550 km de altura.

La comunicación se realiza a través de frecuencias LTE o 4G, permitiendo llamadas, mensajes y navegación web en cualquier lugar.

Apple y Samsung también desarrollan conectividad satelital, pero con sistemas más cerrados y exclusivos.

A diferencia de ellos, Starlink Direct to Cell es compatible con cualquier iPhone reciente que tenga 4G .

Actualmente, el servicio está en fase beta con operadores como T-Mobile en EE.UU. y Entel en Chile y Perú .

Europa también impulsa la conectividad satelital con Iris2 , un proyecto de 10.000 millones de euros.

Los costos aún son un factor clave: Starlink Wi-Fi para el hogar cuesta 349 euros por el kit y 29 euros al mes .

A pesar de las pruebas en curso, la FCC ha autorizado a SpaceX para seguir desarrollando el sistema hasta julio de 2025.

Industria, agricultura y navegación marítima ya aprovechan esta red, que promete una conexión más estable en todo el mundo.

Adaptar Starlink a la cobertura móvil sigue siendo un reto, pero el iPhone 16 podría facilitar su adopción.

Este avance marca un paso gigante hacia un futuro sin zonas sin señal en el planeta.

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