La noche del viernes trajo una sorpresa al mundo político: el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció un ajuste en su cronograma electoral, adelantando la fecha de entrega de credenciales al presidente electo, Daniel Noboa, y la vicepresidenta Verónica Abad, para el 15 de noviembre.

Esta modificación causó revuelo ya que, originalmente, se esperaba proclamar los resultados el 30 de noviembre y la posesión del nuevo mandatario estaba prevista para el 15 de diciembre. Sin embargo, lo más polémico fue el alegato de tres de los cinco consejeros del organismo, quienes sostuvieron que no fueron informados ni consultados sobre tal cambio.

Diana Atamaint, líder del CNE, defendió la decisión, argumentando que el calendario se mantiene y que cualquier modificación deberá ser aprobada por el Pleno del Consejo. Algunos consejeros, como Elena Nájera, han manifestado públicamente su descontento, pidiendo claridad y transparencia en las decisiones.

Mientras tanto, la fecha de escrutinio de los votos del exterior sigue en el aire, con material electoral esperado desde Cuba para el 30 de octubre. El panorama político sigue cargado de expectación y polémica, a la espera de las definiciones finales.