Un terremoto de magnitud 6.0 sacudió Afganistán la noche del domingo 31 de agosto de 2025 y dejó al menos 1 411 muertos y 3 124 heridos, el epicentro fue en la provincia de Kunar y alcanzó a otras regiones cercanas, el gobierno de los talibanes informó que miles de familias resultaron afectadas y que la tragedia se concentra en distritos como Nurgal, Chawki y Asadabad, en esas zonas rurales se reporta la destrucción de más de 5 412 casas, la Media Luna Roja alertó que muchas personas permanecen atrapadas bajo los escombros y que los rescatistas siguen trabajando, la ONU advirtió que la cifra de víctimas podría subir en las próximas horas, el organismo calcula que ya son más de 12 000 los afectados directos, en el hospital regional de Nangarhar los médicos recibieron decenas de heridos transportados en helicópteros, el doctor Sharif Khamosh relató que tras 32 horas aún llegaban pacientes graves y cuerpos sin vida, carreteras de montaña colapsaron con deslizamientos de tierra, lo que complicó el acceso a las aldeas, helicópteros trasladaban heridos hacia Jalalabad y Asadabad mientras maquinaria pesada intentaba despejar las vías, el desastre también golpeó a escuelas, mezquitas, tierras agrícolas y ganado, aumentando la crisis económica de familias rurales, la ONU liberó cinco millones de dólares para la emergencia y el Reino Unido destinó un millón de libras en ayuda inmediata, India envió carpas y alimentos, mientras China, Pakistán, Irán, Egipto y la Unión Europea ofrecieron apoyo, las necesidades más urgentes son refugios, agua potable, medicinas y comida, Afganistán enfrenta enormes dificultades para responder a la catástrofe debido a la crisis económica y la debilidad de su sistema de salud, la falta de recursos y la reducción de la cooperación internacional complican aún más la tragedia, la población pide asistencia urgente mientras continúan las labores de rescate en medio del dolor y la devastación.