El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, generó tensiones en el Partido Republicano al respaldar el programa de visas H-1B, que permite la contratación de trabajadores extranjeros altamente cualificados. Este apoyo lo alinea con Elon Musk, quien ha defendido con vehemencia este mecanismo en beneficio del sector tecnológico.

En declaraciones al diario The New York Post , Trump señaló que siempre ha creído en el programa H-1B, destacando su utilidad en sectores clave y su experiencia previa utilizándolo en sus empresas. Durante su primer mandato, Trump restringió este tipo de visas, pero ahora muestra una postura más abierta, especialmente hacia trabajadores extranjeros graduados en universidades estadounidenses.

Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX, calificó de "tontos despreciables" a los críticos de este programa, entre quienes se encuentran figuras influyentes como Steve Bannon y Matt Gaetz. Musk afirmó que defenderá las visas H-1B porque son esenciales para mantener la competitividad de las empresas estadounidenses.

Musk, quien llegó a EE.UU. UU. gracias a una visa similar, aseguró que está dispuesto a “ir a la guerra” por este tema. Según él, las empresas tecnológicas necesitan el talento extranjero para seguir innovando y creando empleos de calidad.

Sin embargo, el apoyo de Trump y Musk ha generado divisiones en el movimiento MAGA y dentro del Partido Republicano. Los críticos del programa, como Bannon, lo consideran una "estafa" que pone en riesgo los empleos de los estadounidenses.

La defensa de las visas también ha fortalecido la alianza entre Trump y Musk, quienes comparten una visión estratégica para optimizar recursos en la futura Administración.

Esta postura supone un cambio respecto al endurecimiento migratorio propuesto por Trump y refleja la influencia de Musk en el próximo gobierno.