La música tiene un poder asombroso que va más allá de consolar corazones rotos y aliviar almas atribuladas. Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Pain Research ha descubierto que nuestras canciones favoritas tienen la capacidad de reducir la percepción del dolor físico de manera temporal.

Los investigadores llevaron a cabo un análisis con 63 participantes, cuya edad promedio era de 21 años. Los resultados revelaron que las canciones preferidas ejercen un efecto "analgésico" más pronunciado en comparación con la música desconocida o relajante. Según Patrick Stroman, profesor de ciencias biomédicas y moleculares de la Queen's University de Kingston (Canadá): "No es un sustituto del Tylenol cuando tienes dolor de cabeza, pero la música puede ayudar a aliviarlo".

Durante el experimento, se aplicó calor en el antebrazo de los participantes, y la mayoría de ellos experimentó una reducción del dolor cuando escuchaban su música favorita. Lo sorprendente es que las canciones con tonos agridulces, melancólicos o emocionales demostraron ser más efectivas para aliviar el dolor que las canciones relajantes o alegres.

El estudio concluye que el cerebro tiene la capacidad de filtrar percepciones y estímulos irrelevantes, incluyendo las señales de dolor, para sintonizar con la música preferida. Además, los sentimientos que esta música evoca también pueden contribuir a la disminución del dolor. Según Stroman: "Cuando la gente escucha música que le gusta, según nuestras estimaciones, puede reducir el dolor que sentimos en un 10%".

Sin embargo, es importante destacar que este descubrimiento no reemplaza la necesidad de medicación ni atención médica cuando sea necesario. La música se convierte así en un aliado inesperado para aliviar el dolor y mejorar el bienestar emocional.