Cristina Ozturk, una joven rusa de 24 años, quiere tener nada más y nada menos que 105 hijos. Por ahora ya tiene 22 y no piensa detenerse, aunque la vida le ha puesto un obstáculo enorme: su esposo Galip Ozturk fue arrestado en Georgia por lavado de dinero y falsificación de documentos. Galip, un empresario turco de 57 años, también tenía una cadena perpetua en su país por haber ordenado un asesinato en 1996. Se había refugiado en Georgia, donde conoció a Cristina y comenzó su peculiar sueño: tener más de cien hijos con ayuda de madres sustitutas. Solo uno de los 22 niños fue gestado por Cristina, la mayor llamada Vika, de 6 años. El resto nació mediante vientres de alquiler, un proceso legal en Georgia que cuesta cerca de 8.000 euros por bebé. En redes sociales, Cristina comparte fotos y videos de su rutina con los niños y asegura que supervisa todo, hasta las dietas de las madres gestantes. Ahora, sin su esposo, dice que la situación se ha vuelto muy difícil, pero sigue firme con su meta. Su caso ha generado opiniones divididas: unos la ven como una madre dedicada y valiente, otros critican su estilo de vida. Mientras tanto, el futuro de la familia queda en duda por los problemas legales de Galip, quien además era dueño de empresas de transporte y hoteles. El sueño de los 105 hijos no tiene fecha límite, pero Cristina asegura que no se rinde. Su historia ya ha dado la vuelta al mundo y cada día gana más seguidores. Muchos se preguntan si logrará su increíble objetivo. Por ahora, sus 22 pequeños llenan su casa y sus redes de sonrisas, biberones y pañales.